lunes, 5 de abril de 2010

Dilataciones...

Hay tardes que son a partir de un candelabro. Hay señoras viejas que no saben volar. Hay un gato, mi gato, al que nunca le supe poner nombre. Hay un vacío en mi, producto del pez lunar que habita en mis entrañas. Hay caminos que se dilatan, contando el número de pasos de un ciempiés. Hay abrazos tiernos que no terminar de empezar. Hay contados momentos que vale la pena recordar. Hay un sueño que se empezó a escribir. Hay un sentimiento que no supo cerrar los ojos. Hay casas y casas, unas ordenadas alfabéticamente y otras solo numeradas. Hay alguien que cobijo a lo lejos. Hay palabras de callejón que se hicieron verso. Hay un destinto que remoja sus tentáculos en tinta. Hay una esperanza para mí. Hay una lágrima que aprendió a remar sobre la noche oscura. Hay una tristeza que sé, nunca terminara.

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