Este poema no sabe viajar solo
No sabe esconderse detrás de las paredes
Y en noche de lluvia llena
Me recuerda de donde viene.
Hay un viento lejano, que me sabe escuchar
Rodando y rodando
Las palabras van asomando tímidas
Una seguida de la otra.
Es cierto que escribo una que otra frase,
No se me escuchar
Por eso recurro a caminitos estrechos llenos de polvo
En ellos voy, oyendo de vez a cuando
A un niño pequeño que me dice hola
Jugando, solo y con una pistola que no mata,
Como hoy.
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