Sucedió que una noche mis palabras se entumieron, y mi corazon resuelto de grietas se empezó a humedecer de palabras, es por eso que ahora puedo decir que padezco de el sindrome de la nostalgia, gracias.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Lapsus vulgaris.
Puta mare, no se como mierda escribo esto. Parece que me quiero dar un tiro con un grano de arroz, pero no. Yo solo corro y corro por montañas, casas de colores y baños públicos, disfrazado de coyote persiguiendo algún correcaminos. Soy cobarde con una gran “s” en el pecho, pero que se le va a hacer. La vieja que vive frente a mi casa ni siquiera sabe que sus tetas se le han caído, como cayo san Sebastián, pero este, volvió a levantarse, mientras que sus tetas aun siguen caídas. CONTINUARA….
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario