martes, 8 de septiembre de 2009

Poema II

El aire se oye pesado, eso dije. no me oyes y no oigo,nadie nos oye. Mientras vamos caminando cientos de aves pequeñitas al costado nuestro, nos siguen de ladito. Ya no es por tanto, la idea de caminar por caminar; mas bien, el paso que se va, va junto al que no damos. Disculpen si hablo de raizes crudas o de hambres lentas. Ya no le veo el caso a esto, ni a nada quepudiera ver con esto. Digo esto, al mencionar mis ganas inutiles de hablar de azul cuando quiero decir calma. Mas quiero decir, si alguien quiere hablar cierre los ojos y oigame. No se decir mas cosas, sino las que no quieren escuchar, no mientan ni caminen junto a mi. No miren lo que yo, que al hacerlo, el tiempo se les hace mas corto. Y si alguno quisiera dormir, que mejor que leer esto.

No hay comentarios: