domingo, 8 de noviembre de 2009

HISTORIAS PARA NO RECORDAR

Escribiré acerca de dos sonidos que se parecen,
De cuando en cuando, esperare sentado
Que una luz se haga amiga de un cirio,
Alguna mañana de abril.

Nunca una palabra se alejo tanto de mí,
Nunca mis manos de agua lloraron por mí.

Aquí, hay sitios que doblan la esquina,
Cosas que rompen un trozo de queso,
Mañanas que llegan de la mano de un río,
Casas en las que pocos viven.

La tarde se escurre en alguna ventana,
La mañana nos saluda con un par de palabras.

Me cuesta contarte historias de delfines,
Oír como se describe el color púrpura,
El color y el sonido que amarrados viven
De tiempos en los que el sudor
Nunca supo ser parte del mar.

Este es un lugar oculto en lo más alto de un vidrio,
Este es un corazón que va, y nunca vino.

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