lunes, 25 de octubre de 2010

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Sin embargo, murió al dar su primer paso, al descrubir que el mundo no seria lo que él esperaba. Los ojos, sus ojos, envejecieron de forma simetrica, cuando notó que en su costado, un brazo suyo era mas largo que el otro. Para cuando el viento empezo a rodar, una finisima lagrima lo acompaño en su llegada y en su huida. Simplemente se dejó caer bajo su espalda de tortuga sideral, con media pena y una historia de unicornios en el pecho. Las penas vienen desde mucho atras pensó, al pensar esto, un suspiro del tamaño de su omnubilado corazón arremetio contra él. Es producto de la tristeza que te envuelves entre otros colores y vuelas sobre tu faz. Algunos caen y otros simplemente aprenden a nadar.

2 comentarios:

steýfer dijo...

Descrubrir que el mundo no es lo que esperamos es...chocante, pero luego uno aprende a sobrevivir aquí, en este mundo.
¡Saludos!

Silvani Reyes-Vassallo dijo...

y algunos nadan de nacimiento, como lo peces.